¡Qué noche vivimos en San Siro! In mayo de 2025, el Inter de Milán nos puso nervios con un partido para no olvidar, venciendo 4-3 al FC Barcelona en las semifinales de la Champions League. Al obtener un 7-6 en el global, los nerazzurri aseguraron su clasificación para la gran final del 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich. Fue un duelo de gigantes, de los que te dejan al borde del asiento, con el corazón a mil hasta el pitido final.
Un partido que lo tuvo todo
El Inter salió con todo desde el arranque. A los 21 minutos, Denzel Dumfries se escapó por la derecha como si nada, burló la trampa del fuera de juego y puso un pase perfecto para que Lautaro Martínez, recién recuperado, la mandara al fondo sin portero. ¡Golazo y San Siro explotó! Justo antes del descanso, llegó otro momento clave: a Lautaro lo bajaron en el área, el VAR dijo “penal” y Hakan Çalhanoğlu no falló desde los once metros. 2-0 y el Inter se iba al vestuario con la ventaja.
Pero el Barcelona no iba a rendirse tan fácil. En la segunda mitad, Hansi Flick movió sus fichas y los culés salieron con furia. A los 55 minutos, Eric García conectó una volea espectacular tras un centro de Gerard Martín, recortando el marcador. Cinco minutos después, otro centro de Martín encontró a Dani Olmo, que cabeceó a quemarropa para empatar el global. Y cuando parecía que el Inter se desmoronaba, llegó el mazazo: en el 87, Raphinha aprovechó un rebote en el área y puso el 3-2. En ese momento, muchos pensamos que el Barcelona ya estaba en la final.
Sin embargo, este Inter tiene corazón de acero. En el 93, Dumfries mandó un centro preciso y Francesco Acerbi, el veterano defensor, se elevó para clavar un cabezazo que empató todo: 3-3. ¡Locura total en San Siro! El partido se iba a la prórroga.
Frattesi, el héroe de la noche
En el tiempo extra, el Inter mostró que tenía más piernas y más hambre. Marcus Thuram se fajó como toro en el área, abrió el espacio y le dejó el balón a Mehdi Taremi, quien vio llegar a Davide Frattesi. El italiano no lo pensó dos veces: disparó raso, al rincón, y puso el 4-3. ¡San Siro era una fiesta! El Barcelona lo intentó todo en los minutos finales: Lewandowski cabeceó por arriba, Lamine Yamal probó a Sommer desde lejos, pero la defensa del Inter fue un muro y el pase a la final estaba asegurado.
Los cracks y la magia de Inzaghi
Dumfries fue una máquina por la banda, metiendo dos asistencias que valieron oro. Lautaro, además de su gol, corrió como loco y generó el penal. Y qué decir de Frattesi: su gol en la prórroga lo convirtió en el héroe de la noche. Pero el cerebro detrás de todo fue Simone Inzaghi. Sus cambios en la prórroga, reforzando el medio, fueron clave para que el Inter no perdiera el control.
El Barcelona, por su parte, mostró su calidad. Raphinha y Olmo son puro talento, pero algunos despistes en defensa les costaron caro. La presión del Inter sacó a relucir ciertas grietas en el medio campo culé, especialmente en los momentos decisivos.
Un hito para el Inter y sus hinchas
Llegar a la final de la Champions por séptima vez es algo enorme para el Inter, y más aún porque es la segunda en tres años. San Siro fue una caldera, con miles de hinchas luciendo con orgullo la camiseta del Inter de Milán, cantando hasta quedarse sin voz. Para los tifosi, ponerse esa camiseta es mucho más que apoyar al equipo: es llevar un pedazo de esta historia increíble. Si quieres hacerte con una camiseta oficial o algún recuerdo nerazzurri, échale un ojo a camisetafutbolshop.com, donde encuentras productos auténticos para vivir la pasión del Inter.
Rumbo a Múnich: soñando con la copa
El 31 de mayo, el Inter se jugará todo en Múnich contra el ganador de la otra semifinal, que podría ser el Bayern, el Madrid o quién sabe. Lo que es seguro es que los nerazzurri van a dejar el alma. La última vez que levantaron la Champions fue en 2010, y ahora, 15 años después, el sueño de volver a tocar el cielo está más vivo que nunca.
Este partido fue mucho más que una victoria. Fue una demostración de garra, de unión y de lo que significa ser del Inter. Como dijo Inzaghi después del pitido final: “Este equipo lucha hasta el final, por los tifosi y por Milán”. Para los hinchas nerazzurri, esta noche en San Siro será una de esas historias que contaremos por años.